martes, 18 de agosto de 2015

Investigación en Colombia



Un nuevo paso para la investigación colombiana se dio este martes luego de que la oficina de Patentes y Marcas Registradas de los Estados Unidos le concediera una patente a la Universidad Autónoma de Occidente (UAO)por el “Biocompuesto cerámico para la regeneración ósea”.
Este biocompuesto de regeneración, creado por la docente de la facultad de ingeniería de la UAO, Sandra Arce, ayuda en la recuperación del tejido óseo pérdido por enfermedades o por fracturas.
Esta patente, que ya se había entregado en Colombia por laSuperintendencia de Industria y Comercio el pasado mes de marzo, permite que este material sea usado en cirugías y tratamientos, según lo indiquen los médicos. Esta patente tiene una vigencia de 20 años.
“Los médicos tienen unos criterios de inclusión y exclusión. Por ejemplo, en la fase experimental no se le puede aplicar a personas que tengan problemas de alcoholismo o con el consumo de tabaco porque no son personas muy sanas, al igual que los diabéticos, pero en principio se podrá utilizar en todas las personas, se basará en el criterio del médico”, informó, según Noticias Caracol, la ingeniera Arce el pasado mes de marzo cuando mostró las utilidades de este material.
Por su parte, el jefe de la Oficina de Gestión de la Innovación de la UAO, Alexander García Dávalos explicó que “entre los beneficios que trae obtener la patente, es que facilita el proceso de tener el conocimiento protegido. Además, lograr que empresas del sector salud o a quien se le entregue, tendrá exclusivamente en sus manos un conocimiento que no tienen otras empresas, y podrá fabricar y comercializar el biocompuesto".
Me siento muy orgullosa y satisfecha de haber encontrado un desarrollo a un problema social real pero lo más importante para mí es que esta investigación me permite enseñarle a mis estudiantes y motivarlos porque los ingenieros damos soluciones a problemas reales”, dijo la docente.
"La Autónoma de Occidente cuenta con cuatro patentes concedidas por la Superintendencia de Industria y Comercio en Colombia. Dos de ellas están en proceso en Ecuador y Brasil. Además, se está adelantando la solicitud para que el biocompuesto sea patentado en China", informó la universidad en su página web.
En este video la ingeniera Sandra Arce explica cómo funciona este biocompuesto: 

lunes, 3 de agosto de 2015

MIGUEL OTERO y EL NACIONAL

Miguel H. Otero a sus trabajadores: "Aquí no hay miedo"

“Lo mejor sería una elección presidencial adelantada”, dijo Miguel Henrique Otero
Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional /Archivo
El presidente editor de El Nacional expresó que el diario "no se doblegará ante las presiones del poder que se propone liquidar las libertades y la democracia"
En el día de hoy en que El Nacional alcanza su aniversario número 72, septuagésimo segundo, mis primeras palabras tienen que ser de gratitud. A los trabajadores de talleres y producción; a los de los distintos servicios; a los proveedores que nos acompañan; a los empleados de administración, finanzas, recursos humanos y ventas; al mundo que trabaja con los contenidos de nuestros distintos productos, profesionales del archivo, fotógrafos, diseñadores, editores y periodistas; a los gerentes de las diversas unidades de nuestra empresa; a todos les digo, reciban mi mensaje de agradecimiento.
En este momento, una vez más signado por la lucha a favor de las libertades, ninguna palabra es más preciosa que la palabra gracias. Gracias a todos los miembros de la C.A. Editora El Nacional por el esfuerzo que, día a día, hacen para mantener las operaciones y nuestro liderazgo en la sociedad venezolana.
Cada uno de ustedes contribuye a dar a conocer lo que sucede en nuestra Venezuela, a informar y denunciar  con la verdad y con coraje. Porque para nuestra gran familia las  armas con las que contamos son la pluma, la tinta, los conocimientos, los valores democráticos, y las ganas de tener una gran Venezuela. Aquí no hay miedo, han tratado de aniquilarnos de muchas maneras la última ha sido no darnos papel. Porque a este  gobierno no le interesan los medios independientes, le temen a las verdades y la penosa realidad que vive el país, gracias a la solidaridad internacional a los países democráticos que saben que sin prensa libre no hay democracia, hemos podido imprimir el periódico. Han sido muchos los  obstáculos que nos han puesto, pero con mucho orgullo decimos que hemos ido venciendo todas las trabas y hoy decimos con emoción que celebramos nuestro 72 aniversario y los que faltan por venir.
Siento profundo pesar al no estar en mi país, el no poder estar con ustedes en este día a día. Es mi primer 3 de agosto que no estoy presente, en esta fecha tan significativa para nuestro diario, para mi familia, para la gran familia de El Nacional, para mi. La tristeza y la nostalgia se me agudizan de no poder estar físicamente para celebrar y brindar con y por ustedes. También les digo que mantengamos la esperanza de que algún día, más pronto que tarde, todos los ciudadanos tanto venezolanos como también los extranjero, que algún día adoptaron a Venezuela como su patria ayudando a construir nuestro país y que hoy en día han tenido que refugiarse en otros países por diferentes razones, pondrán leer en El Nacional en su primera plana, ese gran titular que todos anhelamos: “Venezuela rescata la democracia”. Con seguridad les expreso, que ese día y ese titular van a llegar, no tengan dudas,  es nuestro compromiso, el compromiso de El Nacional con el país y mi compromiso con ustedes.  
El régimen ha destruido todo, tiene secuestrado los poderes. Entre ellos, el sistema de justicia se ha convertido en el escudo ideal para todo tipo de delincuencia y corrupción administrativa, por que no poseen ideales democráticos. Este régimen lo que fomenta con la impunidad son los desmedidos actos de corrupción y las continuas violaciones a los derechos humanos, no hay respeto ni límites, este régimen no le da valor a nuestras vidas, la inseguridad e ilegalidad van de la mano.  La producción, el empleo y la propiedad privada la han destruido.
Hoy lamentamos inmensamente los atropellos del gobierno a esa maravillosa  empresa venezolana que Polar, su marca está grabada en el corazón de los venezolanos. Nuestra solidaridad a la señora Leonor Giménez de Mendoza, a Lorenzo, a Leonor Mendoza de Gómez,  a toda la  Familia Mendoza, como a todos sus trabajadores. Pese a las adversidades recordemos su slogan ¡Si se puede! y cuenten con nosotros. 
Las  violaciones a los derechos humanos son inmensas, hay más de 70 presos políticos, más de 2.000 personas en régimen de presentación, decenas de episodios de tortura. El caso de Antonio Ledezma es terrible, detenido por la fuerza sin que mediara un papel legal ni una acusación. A Leopoldo López lo mantienen encarcelado, asilado sin respetarle sus fundamentales derechos humanos, su prisión de debe por pensar diferente. El gobierno llama a elecciones bajo presión pero sin condiciones justas ni equilibradas. A cinco representantes de la vida política que hace oposición los inhabilitan, a la valiente mujer María Corina Machado, al excandidato presidencial Manuel Rosales  al exgobernador del Zulia Pablo Pérez, al exalcalde de Táchira Daniel Ceballos, a Enzo Scarano, exalcalde de San Diego. Estas inhabilitaciones cada día son más, y seguro, no se detendrán. Por que este gobierno tiene miedo. Elecciones sin revisión del registro electoral y todas las anteriores, son características de una dictadura férrea que, además utiliza el miedo y el terror, como instrumento de control político.
Venezuela mi país, donde nací, donde nacieron mis admirados padres Miguel Otero Silva y mi madre mujer ejemplar, María Teresa Castillo, donde nacieron mis abuelos. País que amo desde lo más profundo y duele decirlo,  lo han convertido en un país destruido,  sin estado de derecho, agobiado por problemas de toda índole. Da pena decir que el venezolano pasa hambre, que nos han convertido en un país donde hay que hacer colas de horas para conseguir algo de nuestra cesta básica o de medicamentos, sí es que se encuentran. Que no hablen más lo que llevan las riendas del país, los que destruyen a nuestra Venezuela,  que no acusen a otros de traición a la patria cuando son ellos  las que la traicionan, la mancilla e injurian, con su manera de actuar.
Ese amor a la Patria,  quiero decir aquel amor justo, debido, noble, virtuoso; ese amor para bien, para construir un país, sólo existe en los hombres y mujeres de bien, que creen en la democracia.
En el régimen no veo algún afecto a la Patria; sólo veo un afecto delincuente, que se apodera de todo para perpetuarse, para aprovecharse y los más crueles de ellos, lo hacen para destruirla.  Todos ellos gritan a los cuatro vientos e intentan engañar diciendo que quieren a Venezuela y a su pueblo. El gobierno acusa a todos los que no piensen igual a ellos, de traidores a la patria. Se equivoca una vez más este régimen forajido. Ya no engañan a nadie. Tanto los ciudadanos del país, como aquellos de otros países, reconocen quienes son los verdaderos traidores, los tienen identificados.
El abuso del poder ha sido denominado, por algunos teóricos de los derechos humanos, juristas y en particular organizaciones no gubernamentales, como "Terrorismo de Estado”.  Son muchas las acusaciones y amenazas  que pesan sobre mi, dirigidas por el  gobierno, en su desesperación. Ya no les basta meterse conmigo, sino también con otras personas vinculadas a El Nacional, como nuestra junta directiva y comité editorial, personas dignas y de respetada reputación. Se meten hasta con el propio periódico. Me han calificado, ofendido, injuriado por cierto utilizando los medios que son de todos los venezolanos , corrijo que eran de los venezolanos, ya que hoy en día son sólo del gobierno, ya se sienten amos del país, porque se han apropiado de él.
Me siento en la necesidad de repetir hoy, que asumo plenamente mi responsabilidad y que, fiel a ella, durante las semanas que he permanecido fuera de Venezuela, he reiterado las denuncias sobre las campañas de persecución, amedrentamiento, acoso económico y judicial, no sólo a periodistas y editores, sino también a simples ciudadanos, dirigentes sociales, sindicales, empresariales y miembros de los partidos políticos, a estudiantes. Nadie que reclame la violación de un derecho, nadie que disienta del rumbo que lleva el país, nadie que aspire a una vida mejor y lo exprese en público, puede ejercer hoy su derecho a protestar, tal como lo establece la Constitución. Mientras Venezuela se derrumba, castigada por el fracaso de un modelo económico y social; mientras las familias venezolanas llevan una vida cada día más precaria, la pretensión de que El Nacional no hable de esas realidades es simplemente inaceptable. El país tiene necesidad de un gran cambio moral.
La campaña en contra de El Nacional no es nueva. Se ha intensificado en los últimos tiempos, pero es algo que hemos conocido en innumerables ocasiones desde 1943 y siempre nos hemos mantenido. Los gobiernos pasan los medios quedan. Cuando hace algún tiempo rechacé varias ofertas de vender el diario con cifras económicas que para otras han podido ser  tentadoras, para mi no lo fue; porque Venezuela, ustedes, y la democracia valen más que todo. Con mi negativa a la venta, lo que hice fue ratificar la posición y la responsabilidad que varias generaciones de trabajadores, desde los fundadores a esta fecha, han suscrito a favor de la libertad de expresión y el progreso de nuestro país. Creo firmemente que se pueden derrocar las dictaduras.
Tal como lo narro a los lectores en el editorial de la edición que celebra nuestro 72 aniversario, durante la gira que he realizado por varios países a lo largo de los últimos tres meses, en todas partes he encontrado solidaridad y mucha preocupación por la situación venezolana. Instituciones, líderes políticos y sociales, organizaciones que defienden los derechos humanos y el ejercicio real de las libertades, se mantienen alertas ante los hechos de nuestro país. Es mucha más gente de lo que puede creerse y es muy alto el compromiso con nuestra lucha. Estas realidades me han conducido al convencimiento de que los venezolanos no estamos solos, tal como a menudo se nos quiere hacer creer.
Aunado a esto estamos llenos de esperanza y tenemos las mejores expectativas. El inicio de una nueva etapa para Venezuela, está a la vista y en él coinciden una mayoría aplastante de ciudadanos. La postura editorial de El Nacional no remite solo a su historia y a sus principios democráticos, sino que está en sintonía directa con la expresa demanda de millones de personas que reclaman un cambio y dicen ya basta.
Resistir, persistir a pesar de las dificultades, dar la cara por el país libre que queremos, ese ha sido, es y será el signo de El Nacional. Por lo tanto, no cabe esperar de nosotros otra actitud, otra conducta que no sea la de seguir informando y expresando nuestras opiniones, la de no doblegarnos ante las presiones del poder que se propone liquidar las libertades y la democracia.
Vamos a seguir adelante, de eso pueden estar seguros, tanto el grupito en el poder que pretende arruinar al país, como los millones de lectores que, dentro y fuera de Venezuela, asumen el profundo vínculo que nos une al destino de cada ciudadano.
 A todo el personal de El Nacional mi gratitud y mi corazón.
 ¡Quien dijo miedo!

domingo, 2 de agosto de 2015

TENDENCIAS DE LA INDUSTRIA PETROLERA VENEZOLANA



La extraordinaria dotación de recursos petrolíferos de Venezuela y la situación favorable de los precios del crudo durante la última década, que a pesar de su caída reciente aún se encuentran a niveles históricamente altos, contrastan con varias tendencias muy preocupantes que ha venido experimentado la industria petrolera nacional y sobre las cuales es necesario actuar estratégicamente.
1.Caída en la producción en un periodo en que ha debido crecer aceleradamente. Diversas fuentes difieren en el nivel de producción de Venezuela, pero todas coinciden que el país produce mucho menos petróleo que en el pico de 1998 o incluso que en 2008. Conservadoramente la caída es de unos 750 mil barriles diarios con respecto a su pico (o cerca del 25%), cuando estaba previsto aumentarla en más de dos millones de barriles diarios. En ese mismo periodo casi todos los productores relevantes de crudo incrementaron su producción, aprovechando los altos niveles de rentabilidad generados por los altos precios. Por tanto, la participación de mercado de Venezuela ha caído considerablemente (35% desde el pico), y el país tiene la menor tasa de producción, a nivel mundial, en relación a sus reservas probadas.
2.Caída de la producción de crudos convencionales, más que proporcional con respecto a la producción total, particularmente de medianos y livianos. Solo parcialmente compensada por el incremento de producción en la Faja. En 1998 la proporción de crudos pesados y extra-pesados era de alrededor del 30% del total, mientras que hoy se aproxima al 60%. La declinación de áreas tradicionales ya tiene más de una década en el Lago de Maracaibo, donde desde 2008 la producción ha caído más de 30% y recientemente se ha acentuado por su rápida caída en los campos más productivos del norte de Monagas (especialmente El Furrial), donde la producción ha colapsado en solo cuatro años en más de 25%. Esto es particularmente problemático porque tales han sido los campos más rentables, las “vacas lecheras” de PDVSA, y sus crudos son necesarios para diluir los crudos extra-pesados de la Faja, que es la única región que está incrementando su producción. De allí que estemos importando cada vez más crudo liviano de África y productos de E.U.A. como diluentes. La cesta venezolana es por tanto cada vez más pesada y menos rentable.
3.La producción propia de PDVSA cae también más rápido que la producción total, mientras que la producción de las empresas mixtas se ha incrementado levemente, lo que implica que la mezcla de producción genera un menor flujo de caja a PDVSA, dado que los socios poseen hasta 40% del capital de estas empresas. La proporción de producción propia cayó de 80% en el 2000 a menos de 60% hoy en día.
4.Caída de las exportaciones petroleras netas, más que proporcional con respecto a la producción, debido al incremento del consumo en el mercado interno, al contrabando de extracción y a la importación de productos, que generan grandes pérdidas. Las exportaciones netas han caído en más de un millón de barriles diarios desde su pico en 1998, casi un 40%. De manera que también esto implica que la producción de petróleo se hace menos rentable para el país.
5.Casi toda la reducción en las exportaciones ocurrió en nuestro mercado más rentable, el de E.U.A., mientras buena parte de nuestras exportaciones a Latinoamérica y el Caribe son altamente subsidiadas, y las exportaciones a Asia reportan márgenes menores por los mayores costos de transporte.
6.Además una parte importante de las exportaciones a Asia, que son las que se han incrementado, se utilizan para repagar los créditos chinos, por lo que no generan flujo de caja a PDVSA. De manera que apenas unos 1.4 millones de barriles diarios, poco más del 50% del total, generan ingresos reales de caja a la estatal.
7. En lo operativo y financiero las tendencias son también alarmantes y lo eran aún antes de la caída de precios. La producción por empleado ha colapsado en los últimos años, en más de 70% desde 2001, resultado de la combinación de aumento explosivo de la nómina con descenso en la producción. Los costos por barril se han incrementado considerablemente, en parte por la apreciación del tipo de cambio oficial, pero también por la notable merma en la eficiencia.
8.La deuda financiera externa de la petrolera se ha incrementado de forma vertiginosa de unos 3 mil millones de dólares en 2006 a más de $45 mil millones hoy en día. Ese monto no incluye los pasivos con proveedores, socios, empresas expropiadas, ni con el BCV. El pasivo con el ente emisor superaba los 800 mil millones de bolívares durante el primer semestre de 2015. El incremento exponencial de las deudas, cuando se gozaba del auge de precios más grande de la historia, no se vio reflejado en incrementos significativos en la inversión, por lo que esencialmente fue usado para financiar gasto público.
9.La inversión en exploración y producción se ha estancado en términos reales. De hecho el número de taladros en operación viene cayendo, a un promedio de 64.5 durante el primer semestre de 2015, comparado con 68 en 2014 y 72 en 2013; cifras muy inferiores a las que se obtuvieron en el pasado (por encima de 100 taladros operativos cuando la producción ascendía).
10.Finalmente, el colapso del precio del petróleo, constituye la más reciente, pero más devastadora circunstancia para PDVSA y para el país.
Estas son apenas algunas de las tendencias alarmantes que enfrentan PDVSA y la industria petrolera venezolana. Excepto la caída de precios, ninguna es nueva, todas tienen varios años ocurriendo, pero hasta ahora habían sido opacadas por el espectacular ascenso en los precios que ocurrió durante la década pasada, el cual daba margen para todo. A partir del colapso del precio en 2014, el tablero de PDVSA está lleno de luces rojas, y el Estado venezolano, que depende en foma creciente de la empresa, está también en emergencia, por lo que no le puede otorgar un respiro limitando sus demandas de recursos.
Es justo destacar que recientemente PDVSA, más claramente desde que está Eulogio Del Pino a su cabeza, ha asumido una política más pragmática, tratando de atenuar algunas de estas tendencias negativas. La producción en la Faja se ha venido incrementando, compensando parcialmente la caída en crudo convencional. Las exportaciones subsidiadas a la región se están reduciendo. La relación con los socios de las empresas mixtas está mejorando. Pero todavía estamos muy lejos de ver una estrategia clara de recuperación de la estatal y del sector, aunque si la comparamos con otras áreas del gobierno, al menos se nota un intento de rectificación. Por desesperación o pragmatismo, lo cierto es que hay un viraje en marcha. Sin embargo, como en otras áreas, la credibilidad institucional es muy baja y el nuevo escenario de precios hace cuesta arriba revertir las tendencias negativas sin un cambio muy fundamental en la conducción, en las instituciones, y en las políticas del gobierno. El daño causado a la industria petrolera nacional, precisamente cuando tuvo sus mejores oportunidades, es incalculable y muy difícil de reparar. Es imperativo plantearse una nueva estrategia petrolera para Venezuela, adaptada a las realidades actuales de nuestra industria y del mercado internacional, y que logre obtener un consenso básico en la sociedad. Este será uno de los ingredientes esenciales para la recuperación del país.