lunes, 2 de noviembre de 2009
Las propuestas en el análisis político
Las propuestas en el análisis político
Por Alfredo Ascanio
Algunas propuestas son discutibles, mientras que otros no lo son.
Sólo las oraciones declarativas: las que se afirma algo. Y sólo ellas puede proporcionar la base para realizar un debate. La mayoría de las sentencia declarativas, por lo tanto, poseen una característica necesaria, o sea: plantean un tema discutible, porque el asunto debe ser verdadero o falso.
Vamos a definir la "verdad" o "proposición verdadera", como aquella que corresponde a los hechos. Un hecho es algo que existe, que es conocido en el sentido de que es o puede ser percibido directamente y además puede ser verificado.
Para fines del estudio de las inferencias discutibles ellas se pueden clasificar en cuatro tipos: (1) la proposición de hecho; (2) la proposición explicativa, (3) la proposición de valor, y (4) la proposición de política.
La proposición de hecho nos dice de un tipo de inferencia de algo directamente verificable, bien sea que había pasado algo,que ahora está pasando o que pasará.
La proposición explicativa afirma el porqué algo ha pasado,está pasando o pasará. O sea es una proposición que tiene que ver con las causas y sus efectos y no necesariamente está sujeta a una verificación directa.
La proposición de valor es aquella que establece que individuos, instituciones o políticas poseen o carecen de un cierto tipo especial de característica deseable o indeseable o sea una característica que implica la existencia de una norma, a saber: "cualquier cosa adoptadas por consenso general, como base de comparación con un modelo”.
La proposición de política también llamada normativa, es la proposición más compleja porque envuelve los tres tipos anteriores. Si decimos tal y tal política es el mejor de los medios disponibles para un fin deseado, se supone que haremos una comparación entre la política recomendada, la política actualmente en uso o de otras políticas posibles.
La falacia del suporte popular
Algunos escritores han afirmado que cuando se declara un a nueva política debe estar apoyada por un significante grupo de personas. Este criterio no obstante derrota uno de los propósitos primordiales del debate, que es crear un clima de opinión que haga que el cambio esté formado democráticamente por la opinión de la mayoría posible.
A veces se nos dice que la mayoría se opone a una determinada política. ¿Pero que significa esto?; ¿qué esa política debería no apoyarse porque se oponen a ella?; y entonces: ¿Cuáles son los asuntos que se deben debatir?. ¿Cuáles son las pruebas para afirmar que se debe o no aprobar una política, cómo lo podemos demostrar?
Existen al menos 6 preguntas básicas para evaluar una nueva política pública:
(1) Cuál es la nueva política?
(2) Qué tipo de política es y cómo se relaciona con el status quo o sea la política actual?
(3) Cuál es la palabra clave que identifica a esa nueva política. O sea, ¿cuál es su característica esencial? ¿Qué añade de nuevo?
(4) ¿Cuáles son los objetivos más comunes de la presente política y de la nueva?
(5) ¿Cómo funciona las características esenciales de la política actual comparada con la nueva política?
(6) ¿Cuál es el contexto del asunto?
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