Muchas familias latinas que residen en Estados Unidos han adoptado la hermosa tradición de celebrar, el cuarto jueves de cada noviembre, el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving), una jornada que recuerda aquella primera celebración entre los primeros peregrinos llegados a Norteamérica a bordo del Mayflower, y los indígenas nativos de Massachusetts en la que compartieron la abundancia de sus cosechas.
A través de los años, el pavo se ha convertido en el indiscutible protagonista de esta reunión, y todas las anfitrionas se afanan por prepararlo de mil maneras diferentes, siguiendo recetas novedosas o tradicionales. No importa cuál sigas tú, conviene que tengas en cuenta algunas medidas de precaución para descongelarlo y cocinarlo. Aquí te brindamos consejos prácticos y datos interesantes sobre ese pavo que piensas llevar a tu mesa.
El día de Thanksgiving, o Acción de Gracias de este año, se celebra el 28 de noviembre. Según cálculos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, cada año se compran y se cocinan alrededor de 45 millones de pavos ese día en todo el país. Quizás uno de estos pavos sea el tuyo, que conservas congelado en la nevera. Sabes cuánto pesa y como lo cocinarás, pero es probable que desconozcas algunos otros datos interesantes que quizás puedan servirte de tópico de conversación con tus familiares y amigos mientras les sirves su ración de pavo:
Un estudio realizado en la Universidad de la Florida, publicado en agosto de 2012 en el medio PLoS ONE, reveló que el descubrimiento de huesos en un sitio arqueológico maya, en Guatemala, demostró que el pavo ya había sido domesticado para el consumo humano unos 1,000 antes de lo que suponía la ciencia, es decir, entre el año 300 A.C y el 100 de nuestra era, y es el único animal domesticado que es nativo de Mesoamérica...
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