domingo, 17 de enero de 2016

LA ESCUELA EN FINLANDIA



La educación finlandesa


“Puedes prepararlos para los exámenes o para la vida. Elegimos lo segundo“
Hace poco parte del equipo de nuestros redactores tuvo la oportunidad de estar en Finlandia y ver con sus propios ojos cómo funciona el sistema educativo de ese país (que es considerado uno de los mejores del mundo) y ni cortos ni perezosos reunieron más información al respecto. Lo que encontraron nos dejó a todos en boquiabiertos. He aquí los datos:

Según investigaciones internacionales realizadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos tres veces por año, las escuelas finlandesas mostraron los índices más altos de conocimiento del mundo. Sus niños (que son los que más leen en el planeta) ocuparon el segundo lugar en ciencias naturales y el quinto en matemáticas. Pero lo que en realidad sorprende tanto a la sociedad de pedagogos no es eso, sino que sean los niños finlandeses quienes menos tiempo pasen estudiando cada día.

La enseñanza secundaria media en Finlandia incluye dos niveles:

-Bajo (alokoulu) de 1 a 6 grado

-Superior (yläkoulu) de 7 a 9 grado

El grado 10 es complementario y al cursarlo los niños pueden mejorar sus calificaciones, luego pasan a las escuelas profesionalizadas o continúan sus estudios en el liceo (lukio), que sería el equivalente a los grados 11 y 12 en nuestro modelo escolar.

Los 7 principios de la etapa media de la educación finlandesa:

Igualdad
de las escuelas.

No existen escuelas de ”élite“ ni “regulares”. La escuela más grande acoge a 960 estudiantes, y la más pequeña a 11. Todas están dotadas con los mismos elementos, posibilidades y financiación en proporcion a su tamaño. Casi todas las escuelas son estatales aunque hay una decena que son en parte privadas. La diferencia, además de que los padres pagan algo de dinero, es que se exige más a los pupilos; por lo general son laboratorios ”formativos“ especiales que siguen un modelo pedagógico en particular: el de Montessori, Freinet, Morton, o la pedagogía Waldorf. Tambien son privadas las instituciones donde se imparte a la vez inglés, alemán y francés.

Siguiendo el principio de igualdad, en Finlandia existe un sistema paralelo que va ”de los jardines de infantes hasta la universidad" en idioma sueco. Igualmente en el norte del país, donde vive el pueblo lapón es posible estudiar en el idioma nativo.

Hasta hace poco tiempo los finlandeses tenían prohibido elegir la escuela para sus hijos y debían llevarlos a la que estuviera más cerca de su casa. La prohibición fue levantada pero la mayoría de los padres de familia siguien llevando a sus hijos a la escuela del barrio, porque todas son igual de buenas.

Igualdad de todas las asignaturas.

Profundizar en ciertas asignaturas sacrificando otras no está bien visto. Allí no piensan que la matemática es más importante que el arte, por ejemplo. Al contrario, la única excepción a la hora de formar grupos especiales es para aquellos niños con interés por el dibujo, la música y el deporte.
de los padres.

Cuál es la profesión o el estatus social de los padres de los niños es información que los profesores sólo conocen en caso de ser necesario. Está prohibido que los educadores hagan cualquier tipo de pregunta relacionada con ese tema.
de los estudiantes.

Los finlandeses no clasifican a los estudiantes de acuerdo a sus capacidades o preferencias en cuanto a su futura carrera. Tampoco hay estudiantes “buenos” o “malos“, está prohibido comparar a los estudiantes. Tanto los niños que tienen una inteligencia algo superior como aquellos con dificultades de aprendizaje están junto a todos los demás, al igual que los niños con discapacidades físicas, aunque pueden ser creados grupos especiales para niños con enfermedades relacionadas con la vista o el oído. Los finlandeses intentan al máximo integrar a la sociedad a aquellas personas que necesitan especial atención; la brecha entre estudiantes fuertes y débiles es la más pequeña del mundo.
de los profesores.

No hay profesores favoritos ni odiados, ni los profesores tienen tienen alumnos ni grupos ”favoritos”. Cualquier desviación en la armonía establecida es causal de finalización del contrato con el educador. Los profesores finlandesdes tienen el deber de cumplir con su trabajo a cabalidad, nada más ni nada menos, además todos son igual de importantes en el grupo de colegas, por ejemplo los profesores de física, los de literatura o arte están todos al mismo nivel

Igualdad de derechos de adultos y niños

Los finlandeses llaman a esto “el trato respetuoso hacia los estudiantes”. A los niños desde el primer grado les explican sus derechos, incluyendo el derecho a quejarse de algún adulto ante el trabajador social. Eso estimula a los padres de familia a entender que sus niños son individuos independientes a quienes está prohibido ofender con palabras o con violencia física. Humillar a los estudiantes es algo que los profesores finlandeses no pueden hacer aún si así lo quisieran ya que las leyes de trabajo de su país así lo estipulan. La particularidad más grande está en que con cada profesor se firma un contrato con sólo un año de validez pero con la posibilidad de ser renovado (o no). Además los educadores reciben un salario alto (de 2500 euros -el profesor ayudante- a 5000 euros al profesor principal)

Gratuidad

Además de la educación en sí misma, son gratuitos:
los almuerzos;

Las visitas a museos y actividades extra-clase;

El transporte que recoge y trae a los niños si la escuela está a más de dos kilómetros de distancia de su casa;
'
Todos los libros de texto y material de escritura, calculadoras e incluso los ordenadores personales y tabletas para estudiar.
Está prohibida cualquier tipo de colecta por parte de los padres de familia.

La individualidad

Se diseña un plan de estudios y desarrollo individual para cada alumno. La individualización tiene que ver con en el contenido de los libros de texto, los ejercicios, la cantidad de deberes de clase, de casa; y el tiempo que se destina para realizarlos. Así mismo el material proporcionado por los profesores: a quién le corresponden los ejercicios más complejos y quién se lleva los más sencillos que son similares, pero más concretos.

Durante una misma clase los niños pueden realizar ejercicios de diferente nivel de dificultad, y la calificación se da de acuerdo al nivel de cada persona. Si hoy el estudiante pudo resolver su ejercicio de nivel básico a la perfección, mañana le será propuesto uno de nivel un poco más elevado; si no puede hacerlo no hay nada de malo, y regresa los ejercicios del nivel anterior.
En las escuelas finlandesas, además de la formación estàndar, hay dos peculiaridades en el proceso educativo:

El apoyo académico a los estudiantes “débiles“ — Lo que en muchos países es el deber de un profesor particular. En Finlandia los tutores particulares no son nada populares porque los profesores titulares de las escuelas ayudan a sus estudiantes por voluntad propia durante la clase o después de ella.

Educación ”correctiva“ — Está relacionado con los problemas de comprensión del material de clase por no entender bien el idioma finés en el que se dictan las clases en la gran parte de Finlandia (por ejemplo), o puede ocuparse de inconvenientes como los problemas de memoria, habilidades matemáticas insuficientes o comportamientos sociales de algunos niños. La educación “correctiva” se lleva a cabo en grupos pequeños o de forma individual.

Lo práctico de la educación

Los finlandeses dicen ”puedes prepararlos para los exámenes o para la vida, elegimos lo segundo", por eso no hay exámenes en las escuelas de Finlandia. Hay pruebas de control e intermedias si el profesor así lo desea. Existe sólo un examen general obligatorio al final del proceso de educación media, pero los profesores no viven y mueren por sus resultados, ni responden ante nadie por el desempeño de sus estudiantes. Lo más importante: no se prepara a los niños para ese exámen en especifico, ellos responden con lo que han aprendido durante todo el proceso, nada más ni nada menos. Nada de esfuerzos por construir en un mes lo que no se hizo en años.

En la escuela enseñan sólo lo que puede ser útil en la vida, el funcionamiento de un horno fundidor de hierro no va a ser útil por eso no lo estudian, pero por ejemplo los niños finlandeses saben desde pequeños qué es un portafolio, un contrato, una tarjeta bancaria. Saben calcular el porcentaje de impuestos por una herencia o el ingreso personal, saben crear una sencilla página web personal, calcular el precio de los productos con descuento, o dibujar la rosa de los vientos en el lugar donde viven.

Confianza

Primero que todo no se hacen revisiones a los trabajadores ni a los profesores acerca de cómo enseñar o cómo hacer su trabajo. Hay un sistema único de educación en el país pero sólo propone lineamientos básicos y recomendaciones generales, y cada pedagógo usa el metodo de enseñanza que le parezca que le va mejor a sus estudiantes.

Segundo, la confianza en los niños: durante las clases es posible hacer cualquier cosa, por ejemplo si durante la clase de literatura muestran una pelicula o video educativo pero al estudiante no le parece interesante puede leer un libro. Se tiene la percepción de que es la persona misma quien elige qué es importante para su vida.

La buena voluntad

Estudia aquel que quiere estudiar. Los educadores intentan atraer la atención del estudiante, pero si este no tiene ningun deseo, interés o capacidades para el estudio, es orientado para tener una profesión práctica pero útil, algo "sencillo“. La idea no es llenar al niño de ”ceros“ en sus calificaciones. Construir aviones o plantas nucleares no es para todo el mundo, también es necesario que alguien conduzca muy bien autobuses.

En este sentido los finlandeses también valoran la utilidad de la escuela secundaria: darse cuenta si vale la pena que un adolescente siga estudiando en el liceo o es suficiente un nivel básico de conocimientos porque le iría mejor si va a la escuela profesionalizada. Hay que resaltar que en Finlandia ambos rumbos son igual de respetables.

Se identifican las aptitudes de cada niño a través de pruebas y charlas con el especialista en orientación vocacional de la escuela.

En general, el proceso educativo finlandés es suave, delicado pero eso no significa que no sea algo serio. El control del horario académico, por ejemplo, es obligatorio. Todas las ausencias son “retribuidas”: si un estudiante de sexto grado falta a clase, es posible que su profesor encuentre un espacio en su horario y lo ”Invite“ a venir con él a una lección que imparta en segundo grado, algo así como ”siéntante, y piensa en la vida“. Si de repente el chico empieza a molestar a los más pequeños durante ese tiempo, no se contarán las horas que haya pasado allí. Si decide no hacer los ejercicios propuestos por el profesor para ese tiempo nadie va a llamar a los padres de familia, amenazar, regañar ni tildar a nadie de nada, Si los mismos padres de familia son tan descuidados con la educación de sus hijos como sus pequeño, este no se promoverá al siguiente grado.

Quedarse a repetir el año en Finlandia no es una vergüenza, especialmente después del grado noveno. Es necesario prepararse con seriedad para la vida adulta y por eso las escuelas finlandesas tienen el grado 10, que como dijimos antes, es opcional.

Independencia

Los finlandeses creen que la escuela debe enseñar al niño algo muy importante: a tener una vida independiente exitosa en el futuro, por eso allí enseñan a pensar y a adquirir conocimientos por cuenta propia. Los profesores no recitan los temas nuevos, todo está en los libros de texto; lo importante no es estudiar fórmulas sino el saber usar la bibliografía, el internet, y la calculadora, poner los recursos necesarios a disposición de los niños para que solucionen sus propios problemas.

Así mismo, los pedagogos en las escuelas no interfieren en los conflictos de los estudiantes, dándoles así la posibilidad de prepararse para las diferentes situaciones en la vida y desarrollar la capacidad de defenderse correctamente.

El proceso educativo en las escuelas finlandesas “iguales” está organizado de forma diferente.

¿Cuándo y cuánto estudian?

El año escolar en Finlandia empieza del 8 al 16 de agosto, (no hay un día especifico para todas las escuelas) y acaba a finales de mayo. A mitad del año escolar, en otoño hay 3 o 4 días de vacaciones y dos semanas de descanso por la navidad. En el semestre de primavera se incluyen dos semanas de vacaciones “de ski” (las familias finlandesas en general van juntas a hacer ski). Y las vacaciones de pascua.

Se estudia cinco días a la semana y en una sola jornada (diurna). El viernes es un día corto.
¿Qué se aprende?

Grados 1 y 2:
Se estudia el idioma materno (finés) y a leer; matemática, ciencias naturales, religión (de acuerdo a lo que crea cada uno) o filosofía de vida (para quienes no están interesados en la religión), música, artes, trabajo y educación física. Durante una clase es posible estudiar varias asignaturas juntas en una sola actividad.

Grados de 3, 4, 5 y 6:
Se empieza a estudiar inglés. En grado 4 se adiciona otro idioma extranjero a elección (francés, sueco, alemán, o ruso). Se imparten también otras asignaturas a elección y cada escuela tiene las suyas en particular: velocidad al escribir en el teclado (mecanografía), educación en informática, trabajo sobre madera, canto coral. Casi todas las escuelas cuentan con clases de música en las que a lo largo de los 9 años de educación obligatoria los niños prueban gran variedad de instrumentos musicales, desde la flauta hasta el contrabajo.

En quinto grado aparecen la biología, la geografía, la física, la química, y la historia. De primer a sexto grado es un solo maestro quien imparte casi todas las asignaturas. La clase de educación física se trata de cualquier juego que implique ejercitarse de 1 a 3 veces por semana y siempre después de esa clase es obligatorio tomar una ducha. La clase de lliteratura como la conocemos no existe, pero hay un tiempo dedicado a la lectura. Es sólo en grado séptimo cuando se asigna un profesor a ese tiempo como tal.

Grados 7, 8 y 9:
Se estudia el finés y literatura (lectura y сultura local), suéco, inglés, matemática, biología, geografía, física, química, bases de salud, religión (filosofía de vida), música, artes, educación física, asignaturas de elección propia y trabajo, que no está dividido en “para hombres“ y ”para mujeres“; todos juntos aprenden a hacer sopa y a cortar madera con sierra (por ejemplo). En grado 9 hay dos semanas de “contacto con la vida laboral”. Los chicos encuentran un lugar de trabajo y con gran placer van ”a trabajar“:

¿Quién necesita calificaciones?

En el país se adoptó el sistema de 10 unidades, pero hasta el grado séptimo se usa la calificación con letras: Regular, aceptable, bien y excelente. De primer a tercer grado no hay calificaciones de ninguna especie.

Todas las escuelas están incluidas en el sistema electrónico ”Wilma", que es algo así como un diario escolar en linea en el que los padres de familia tienen un código personal de acceso. Los maestros escriben allí las calificaciones (si da a lugar), llevan la cuenta de las ausencias e informan de la vida del niño en la escuela; el psicólogo, el trabajador social, el orientador vocacional e incluso la enfermera pueden dejar mensajes a los padres de familia acerca de su hijo.

Las calificaciones no tienen ese tono siniestro en las escuelas finlandesas y se usan solo para que el estudiante las conozca, sepa en què situación se encuentra, y se motive a mejorar sus conocimientos si así lo desea. No tienen efecto alguno sobre la reputación del profesor, o escuela.
Detalles de la vida escolar

El territorio de las escuelas no está cercado, no hay vigilante a la entrada y la mayoría de ellas tienen un sistema automático en la cerradura de la puerta de entrada, así que entrar al edificio solo es posible de acuerdo al horario.

Los niños no están obligados a sentarse en pupitres, si lo desean pueden hacerlo en tapetitos o esteras colocados en el suelo. En algunas escuelas las aulas están equipadas con pequeños sillones, y divanes. Las instalaciones de los grados mas pequeños tienen alfombras.

No hay uniforme ni ningún otro requerimiento relacionado con las prendas de vestir, se puede venir a la escuela en pijama si se desea. Se exige, eso sí, un par extra de zapatos para estar en la escuela, pero la mayoría de los niños más pequeños y de grados intermedios prefiere andar por ahi en calcetines.

Cuando el clima lo permite las clases son impartidas al aire libre dentro del territorio de la escuela en el prado, o en bancos dispuestos en forma de anfiteatro en el exterior. Durante los descansos, los niños más pequeños son llevados fuera al menos durante 10 minutos.

Es raro tener deberes de casa, los niños deben descansar. Y los padres no deben hacer los deberes con los niños; los profesores recomiendan que en lugar de eso la familia vaya junta al museo, al bosque o a la piscina.

No se llama a los niños a recitar lo aprendido al lado de la pizarra. El educador sólo da a conocer el tema de la clase y luego va de lugar en lugar ayudando y controlando el desarrollo de los ejercicios propuestos, en compañía del profesor asistente (que existe en las escuelas finlandesas)
Está permitido escribir con lápiz en el cuaderno y borrar las veces que sea necesario, además el profesor mismo puede corregir también con lápiz.

Así se ve la educación media finlandesa de manera muy resumida. Puede ser que a alguien le parezca incorrecta, pero los finlandeses no pretenden ser ideales y tampoco se ufanan de lo que han conseguido; incluso en lo mejor se pueden encontrar defectos. Ellos investigan constantemente hasta qué punto su sistema educativo corresponde a lo que sucede en la sociedad moderna, por ejemplo en este momento están preparando una reforma que propone dividir la matemática en algebra y geometría, así como aumentar la cantidad horaria de clases de esas asignaturas; también separar la literatura y las ciencias sociales (que hasta el momento van juntas).

Aún así, la escuela finlandesa hace lo más importante: sus niños no sufren de ataques de estrés por las noches ni se despiertan asustados pensando en el siguiente examen, no sueñan con crecer pronto para librarse de todo esto y no odian la escuela; no hacen que toda la familia sufra junto a sus hijos de las penurias de la vida escolar, ya que para ellos tales penurias no existen. Son niños tranquilos, sensatos, y felices; leen libros, ven películas en su idioma original sin traducción, juegan en la computadora, corren en patines, bicicletas, componen música, obras de arte, cantan y viven contentos. Y además aprenden cosas nuevas cada día en uno de sus lugares favoritos.

Autor: Natalia K

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