Por :Universia
Especialistas en investigaciones de la Universidad de Chile y la Universidad Católica, dan cuenta de los principales errores al elegir un tema de tesis y cómo evitarlos para terminar el proceso con éxito.
Gran número de programas académicos han eliminado la realización de una tesis para obtener un título o licenciatura, y la han cambiado por seminarios de grado incluidos en la malla curricular. Así los estudiantes lo realizan como uno más de sus ramos de duración anual, en el último nivel de sus carreras. Esto ayuda a que el proceso sea más rápido y se pueda obtener la titulación y egreso al mismo tiempo.
El académico Guillermo Soto, director de extensión y de seminarios de grado de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, dice que la tesis se transforma en una especie de tapón que impide que los estudiantes salgan del programa, por lo que no vale la pena demorarse tanto en ella. “Hay que tener claro que no se trata de un trámite más, pero no hay que quedarse pegado en ella”, argumenta el profesor.
Para Soto, lo primero que se debe considerar es el tópico de la investigación, ya que muchos se demoran hasta un semestre entero en definirlo. En segundo lugar, el profesor opina que es bueno que los guías propongan temas, ya que al conocer el área específica de investigación, tendrán un interés real en ayudar a los alumnos, y estarán informados y actualizados respecto de la materia.
El tercer punto destacado por el académico de la Universidad de Chile es que los estudiantes deben tener un alto grado de tolerancia a la incertidumbre durante la realización de su tesis. “Cuando uno hace estos estudios, está dedicado a resolver un problema. Eso es muy diferente a estudiar para una prueba, porque no existe respuesta. Los estudiantes tienden a ser un poco conservadores en este aspecto”, critica Guillermo Soto.
Otro factor importantísimo, a juicio del investigador, es la calendarización, ya que nunca se debe olvidar que la tesis es un producto concreto, donde hay mucho que escribir. Finalmente se aconseja considerar que existen elementos que no dependen de los investigadores, por lo que la programación del tiempo debe hacerse siempre tomando en cuenta un margen de error.
El coordinador de seminarios de investigación de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, William Porath, coincidió en la mayoría de los puntos enumerados por el académico de la Universidad de Chile. Lo más importante para él es que el alumno escoja un tema que le guste. “Lo ideal sería que diga: Bueno, ¿a qué hora va a terminar este carrete, porque me tengo que ir a trabajar en la tesis?”, bromea el doctor en Ciencia Política.
Sin embargo, Porath es enfático en señalar que es trascendental que el director de la investigación coincida con los intereses del alumno y que haya alguna química entre ellos, ya que de otro modo es muy difícil sacar adelante el trabajo. Debe existir confianza mutua.
El profesor de Metodologías de la Investigación aclara que hay un factor que debiera ser el primero en términos cronológicos. Éste se refiere a comprobar la viabilidad del tema. “Suele ocurrir que los estudiantes se entusiasman con un problema, sin saber sus verdaderas implicancias. Casi nunca hacen una investigación previa, ya que quizás sea muy difícil de desarrollar”, advierte Porath.
Con respecto a los alumnos, el académico de la UC recomienda preocuparse al menos un año y medio antes de iniciar el proceso de tesis en sí, sobre todo en aquellas que implican recolección de datos, ya que pueden comenzar a juntarlos desde antes. Además, aduce que para las tesis de pregrado se debe investigar sólo un aspecto acotado del tema. “El error suele ser querer hacer trabajos omnicomprensivos, tratar de responder todas las preguntas del problema. Hay que tener una visión completa del tema, pero se debe elegir sólo un atributo de éste”.
En cuanto a los programas académicos, William Porath cree que en Chile se comete un error al pensar que la tesis debe descubrir algo totalmente nuevo. “Aquí se exagera con las tesis. Las de doctorado siempre tienen que aportar algo nuevo, pero las de estudios de pregrado no necesitan ser tan específicas, lo único que el alumno debe demostrar es que es capaz de realizar un trabajo científico”, concluye el investigador social.
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