miércoles, 17 de septiembre de 2014

Los Cambios en el Poder

EL PODER DE LA GENTE

LONDRES - Dos grandes cambios de poder se están produciendo en todo el mundo hoy en día. En primer lugar, el poder corporativo crece en relación con el poder de los gobiernos. En segundo lugar, la gente común también están ganando mayor influencia en la política. ¿Qué significa que estos cambios aparentemente contradictorias están ocurriendo simultáneamente?

Hay, sin duda, más poder ahora en manos de empresas en relación al pasado. Las personas de las empresas posee más  control  de nuestra vida cotidiana - de los suministros,  de la energía, de las escuelas, los ferrocarriles y los servicios postales.

Al mismo tiempo, la velocidad de la innovación tecnológica está superando a la de la legislación, lo que significa que las actividades corporativas están entrando habitualmente en zonas grises aparentemente carente de regulación.

Pero, para contrarrestar esta tendencia, la gente ahora tiene los medios y las oportunidades para asegurar que el comportamiento de las empresas no se salga fuera del control. Se están convirtiendo en más educados y conscientes de cómo operan las empresas, y son más proactivas y francas cuando creen que una empresa ha cruzado la línea. El público cada vez más actúa como la conciencia de las empresas, haciendo preguntas difíciles y pidiendo que rindan cuentas.

En los últimos años, los medios más eficaces de la acción colectiva -como las redes sociales, las plataformas de publicación abierta, y compartir videos en línea - han dado a la gente más palancas para actuar.

Como la gente persigue el boicot y la desinversión, así como el análisis de la legislación, incluso activar campañas de medios sociales con creciente sofisticación, son cada vez más capaces de influir en la toma de decisiones operativas y estratégicas de las empresas, con lo cual imponen controles y equilibrios sobre enormes acumulaciones del poder privado.

Para algunas empresas, esto ha llegado inesperadamente.

Considere el derrame de petróleo de British Petroleum en el Golfo de México en el 2010. El derrame de la British fue uno de los primeros casos en que las empresas se vieron obligadas a lidiar con el poder de los medios sociales - y  fue cuando la gente se dio cuenta del potencial de las herramientas a su disposición. Como la mayoría de las empresas en el momento, British estaba acostumbrado a comunicarse con los poderes tradicionales - la Casa Blanca, el Kremlin, y así sucesivamente - a través de los modos tradicionales de comunicación, como informaciones periodistas cuidadosamente seleccionados y la distribución de la prensa, precisamente, redactado comunicados en su defensa.

El derrame de petróleo del Golfo cambió todo eso. Comunidades unidas en torno a un tema  encontraron una voz en Facebook. Hubo una conversación masiva en marcha, y British no fue una parte de ella, ni fue capaz de controlarlo a través de sus métodos tradicionales al usar la comunicación.

Desde entonces, ha habido un marcado incremento en este tipo de acción directa. Los medios sociales  propagan las ideas de una manera inmediata y sin restricciones. Un documento, una imagen o un video es compartid por muchas personas, y de repente lo que era un secreto o un hecho protegido estaba expuesto a nivel mundial. Y, aunque la información errónea o falsa se ​​propaga tan rápido como información verdadera, las correcciones son a menudo rápidas también.

Para los más jóvenes hoy en día, el uso de las redes sociales como una herramienta para el activismo personal y político es una manera fácil de comunicar. Ellos hablan con fluidez mediante el uso de YouTube, Twitter, Facebook, y Reddit para comunicarse y crear una comunidad alrededor de una idea, un tema o una acusación - y para nutrir el crecimiento de un pequeño grupo ello se covierte en un movimiento de masas. Y las personas mayores no se quedan atrás.

Como el poder corporativo se eleva, responsabilizar a las empresas es cada vez más importante. El alcance de la rendición de cuentas debe ampliar también, con el fin de afectar el comportamiento de los ejecutivos y no ejecutivos por igual. Y los miembros del directorio de las empresas se llevarán a cabo cada vez más para dar cuenta de lo bien que mantienen la alta dirección en la cuenta.

Con todo eso viene de una cultura de cuestionar lo que era incuestionable anteriormente - incluyendo cómo las empresas se ejecutan y si las acciones de una organización son éticas. Cualquier acción puede ser cuestionada por nadie, y si a otros les resulta interesante o importante, la cuestión se extenderá - y no sólo en una pequeña comunidad o un grupo de especialistas, sino más ampliamente y en todo el mundo.

Este cambio ha transformado la naturaleza del activismo y la acción colectiva. También ha hecho  que los nuevos aliados inversionistas estén twitteando sus intenciones para que mercados respondan.

Del mismo modo, aquellos que en otras circunstancias podría ver a los inversionistas como adversarios naturales, ahora pueden estar de acuerdo con las posiciones que toman, como las preocupaciones sobre la compensación ejecutiva o la responsabilidad social corporativa.

Los Inversionistas activistas pueden escribir cartas abiertas que pueden o no ser recogidos por los principales medios de comunicación, pero que pueden ponerse en Twitter o Reddit. Esto es a menudo suficiente para que los consejos y comités ejecutivos puedan tomar nota de ese hecho.

Los líderes corporativos que conocen esta nueva realidad lo ven como una oportunidad para intercambiar, y se resisten a no "participar" o evitar problemas tendrán problemas competitivos.

Los líderes corporativos no van a considerar las reuniones de la gente como una manera de manipularlos, sino como una oportunidad para escuchar lo que están diciendo.

Su primer impulso no será averiguar cómo utilizar los medios modernos de comunicación directos para persuadir a los clientes, empleados y a otras partes interesadas para pensar y hacer las cosas que ellos quieren que piensen y hagan. En su lugar, van a hacer  algunos cambios reales -  que será mejor para ellos.

Las empresas fabrican nuestros coches, nuestros celulares, y los libros de texto de nuestros hijos - y ejercen cada vez más control sobre las vidas y los destinos de personas diariamente en todo el mundo, no sólo aquellos que utilizan sus productos, sino también los que trabajan para ellos y los que viven en las comunidades donde se han instalado.
Si las empresas no toman en serio la responsabilidad que tienen con su gran y creciente poder, la gente va a estar ahí para recordárselo.


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